miércoles, 17 de abril de 2013

Martes, 16 de abril de 2013

Nadie, ay, esta noche, en el restaurante chino, va a cenar patito. La china las pasa putas extrayendo del Viña Chechu un corcho cabrón, ¿qué?, un corcho malo, sí, sonríe la china. Nadie cambia el bolígrafo por otro de tinta más negra. Nadie debe ir pensando en cambiar las apuradas gafas progresivas de 2006. Nadie, ay, va a zampar patito -onomatopeya del pato-. Se ha puesto de moda entre los padres jóvenes de hoy presentar a su hijo como el peque, ay. Este país está repleto de gilipollas: ojalá el peque, ese puto enano cabrón, acabe cagando en la boca de sus cursis padres o, mejor aún, cometiendo parricidio: dos gilipollas menos. El peque. Pues hale, joder: Nadie espera por el patito troceadito -onomatopeya del pato-. Esta tarde Nadie, funcionario de ventanilla, un don nadie como la copa de un pino, un mierda, pasó con la fisioterapéutica (sic) a un ciudadano votante que seguro que vota. Hay un hospital derivado del ablativo de Júpiter, Jove, al que otros votantes llaman hospital de joven. Finalmente, señoras, caballeros, tenemos la España que nos merecemos, por subnormales. ¿Cómo es posible que la madre de Nadie, sin estudios o para el caso lo mismo, no cometa faltas de ortografía o cometa menos faltas que cualquier votante estudiado de hoy escogido al azar de entre los titulados en nombre del rey? El pato está como Dios, con orejas chinas, que son setas. Dos parejas en el chino: de ellos, uno tira a Osama bin Laden y el otro a Melendi; ellas ni fu ni fa: envejecerán mal. Hay una mujer, desconocida, que escucha música científica y le escribe a un tú real o artificioso y se baña en un mar cálido. A Nadie este descubrimiento le encanta porque ya tiene un motivo más para no darse de baja de Vodafone, que funciona como el culo, a veces. Nadie sospecha que esa mujer, desconocida, sabe quién fue Nadie cuando Nadie tenía un nombre, y sospecha Nadie quién pueda ser esa mujer, desconocida, aunque quién sabe. Tendría gracia que Nadie se esté equivocando y que ella no tenga ni idea de quién fue Nadie. No me digan ustedes que internet no merece la pena, carajo. El hombre busca a la mujer y esta busca al hombre, la mayoría de las veces para un coito fugaz, o sea un polvo rápido, mas casos hay en que para entender de qué va el universo opuesto, con jodienda o sin ella, que en esto da lo mismo. Nadie tiene a doña De; la mujer desconocida a la segunda persona, real, inventada, ella misma, uno, una, un delfín, una estrella al borde temporal de la supernova.

-¿Helado frito tenéis?
-Sí.
-¿De vainilla?
-De vanilla no. De fresa.
-Bueno, pues vale: de fresa. Y un café solo.

La Vespa, PX150, está a menos de diez kilómetros de la revisión de los mil. Anda renga del contacto y del claxon, que está en el mismo cuadro. La rueda trasera la ve Nadie algo inclinada: quizás lo inclinado sea el resto del scooter por la idiosincrasia Piaggio original o sencillamente por el caballete con conteras de goma de bastón de ciego. Ahora que sonar como suena la PX de Nadie sólo suenan Vespa aparte las Harley Davidson. El helado frito, acojonante, y de fresa.




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